GRAN CONFERENCIA EL DÍA 18 DE FEBRERO DE 2016 EN EL MUSEO DEL EJÉRCITO


En el Museo del Ejército se celebrará una conferencia-presentación del libro: “FELIPE II y el éxito de San Quintín”, de José Antonio Rebullida, Historiador especialista en Historia Europea de la Edad Moderna, S. XVI.
El libro nos muestra un aspecto desconocido de la biografía de Felipe II. Nuevos descubrimientos producto de una importante investigación sobre la campaña militar de San Quintín. Un estudio que ha permitido reconstruir toda una expedición militar del siglo XVI y donde se explica la forma y el método por el cual organizó y planificó la campaña militar el propio monarca. Detalles en donde Felipe II se ocupaba hasta de organizar la raciones de pan que consumirían sus hombres, llegando incluso a dirigir personalmente el asedio de la ciudad en donde arengaba a sus tropas para tomar la fortaleza.
El estudio introduce una revisión fundamental que ha llevado a la transcripción y estudio de toda la documentación original de la campaña. El resultado ha permitido responder a numerosos interrogantes mitificados por la historiografía tradicional. En el libro, el epistolario de guerra entre Manuel Filiberto duque de Saboya y Felipe II, comandante y capitán general respectivos del evento, ha sido estudiado a fondo y ha permitido esclarecer múltiples incógnitas. Razones por las cuales Felipe II no atacó París después de vencer en San Quintín, el motivo que le llevó a perderse la propia batalla principal y la causa principal del error táctico del condestable de Francia al intentar socorrer la ciudad y su ejército caer fulminado. El estudio iconográfico y arqueológico complementa las lagunas documentales en esta obra ya de referencia, la cual ha obtenido el galardón de obra seleccionada en el Premio Humanidades Ejército 2015 y elegida entre las mejores libros de Historia del 2015 por la revista La Aventura de la Historia en su especial de libros de diciembre de 2015.
Lugar: Auditorio del Museo del Ejército.
Día: 18 de febrero / Hora.– 19:30. Entrada libre y gratuita, hasta completar aforo.



CUANDO LOS REYES REINABAN Y TAMBIÉN GOBERNABAN


Este cuadro cargado de simbolismo es único en la retratística española. El autor Antonio Arias Fernández en 1639 lo proyectó para el Salón Dorado del viejo Alcázar de Madrid, bajo el titulo Carlos V y Felipe II. En aquel momento era Felipe IV el que solamente reinaba y no gobernaba, al haber descargado hacía tiempo su responsabilidad de gobierno en su valido el Conde-duque de Olivares.
El cuadro que contemplaba Felipe IV ofrecía una visión de su abuelo y bisabuelo, los dos reyes que reinaron, gobernaron e incluso fueron personalmente a la guerra dirigiendo sus tropas en primera persona. A pesar de esto los dos lo harían de forma muy distinta, Carlos fue el prototipo de rey soldado, itinerante donde estaba la necesidad y liderando varias campañas en diversos frentes. Felipe, su sucesor,  solamente imitaría este comportamiento en sus comienzos de reinado. El prudente se iniciaba de esta manera en la misma senda que su padre,  al imitar el comportamiento de su ancestro organizando y dirigiendo su primera operación militar en una invasión contra Francia que  el proyectó  y planificó personalmente de manera exhaustiva, la campaña de San Quintín.



Años más tarde el rey planeta, como se conocía a Felipe IV continuaba anhelando la reputación de sus ancestros y sus viejas glorias al encargar la pintura, pero se tenía que conformar con su contemplación. Al año siguiente el rey sufriría una de las mayores crisis independentistas de la historia de España que se tradujo en la separación de Portugal y la rebelión de Cataluña, la cual no se recuperaría hasta 1652. Incluso el duque de Medina Sidonia intentó independizarse también en Andalucía. Sí, 1640 fue la punta del iceberg que condujo a la caída de Olivares y no de Felipe IV, claro que una de las equivocaciones del Conde-duque fue intentar que todos los reinos de España colaboraran por igual en su contribución económica y militar, para que no siguiera recayendo toda la carga en la vieja Castilla para sustentar al país. El proyecto de colaboración de todos los reinos proyectado por Olivares era conocido como Unión de Armas, una utopía que fue el acicate utilizado por los sublevados para alzarse en armas contra España y su rey.
O en  http:// jarebullida.blogspot.com.es/
También sí te animas y no te cercano, el día 28 hablaré de los nuevos descubrimientos de Felipe II en la Biblioteca Tolstoi de Las Rozas de Madrid a las 19:00
Un abrazo a todos.
José A. Rebullida

NAPOLEÓN Y EL ROBO DE LA DOCUMENTACIÓN DE SIMANCAS: UN INTENTO DEL NACIONALISMO DE CAMBIAR LA HISTORIA


La sustracción de gran parte de la documentación de la historia de España que ordenaba Napoleón en 1811 del Archivo General de Simancas, cuando establecía su cuartel general en Valladolid, fue un intento de amputar nuestra historia para tratar de ocultarla o cambiarla. Tras la caída de Napoleón se devolvería sólo una parte de los documentos, no pudiéndose recuperar todo lo concerniente a los asuntos franceses, incluido todo lo relativo a San Quintín. Al final se recuperaría en 1942 con la ocupación de Francia por la Alemania Nazi.

Mientras tanto permanecia la valiosa documentación en el Archivo Nacional de Paris durante casi 130 años y varios historiadores franceses se quedaron estudiándola a fondo para defender sus tesis, algunas imperantes hasta el día de hoy. Los autores e historiadores nacionalistas del XIX convirtieron las supuesta gran resistencia de la ciudad de San Quintín durante el asedio a la ciudad en una victoria y el motivo de la no caída de la capital de Francia, Paris en manos de Felipe II, pues al quedar completamente desarmada esta ciudad y sin ejército defensor estaba a merced de su ejército multinacional de 65.000 efectivos. La derrota francesa quedaría transformada para el país galo en un verdadero triunfo nacional. Es el momento para celebrarlo con los grandes monumentos conmemorativos y la proliferación de estudios que forjan una nueva gloria nacional. Mientras tanto los historiadores españoles, al no disponer de las fuentes más directas que se encontraban en Francia, respondían a los franceses con la publicación de libros centrados en el ensalzamiento de la épica de la gran victoria del día 10, justificando el no conquistar Paris por falta de dinero, lo hacía Federico San Román el asistente de Campo del malogrado presidente, el General Prim. Con el transcurso de los años los historiadores se olvidaban de estudiar los motivos de Felipe II en San Quintín, mientras el primer biógrafo de Felipe II, el norteamericano William Hickling Prescoot , empezaba a enfatizar la tesis de la ausencia de valor del rey o la pérdida de desventaja que había representado el no haber aprovechado la gloria del 10 de agosto por parte de Felipe II. 

Fruto de las anteriores interpretaciones manejadas con una intencionalidad clara y evidente y durante muchos años, los elementos de la campaña militar se mitificaron hasta obras recientes alimentandas por la leyenda negra de Felipe II, aquella que el príncipe Guillermo de Orange había acrecentado en el pasado durante la rebelión de Flandes de 1568 con sus publicaciones que demonizaban al enemigo español. Deducimos entonces la forma en que los historiadores franceses decimonónicos y de principios del XX tenían un plan estructurado para defender la deshonra de su país y un militar como Napoleón quería eliminar toda huella de desprestigio cercana a su nación con el expolio en Simancas. 

448 años después de este acontecimiento, he realizado el estudio que aclara todo este manejo. Una investigación que utiliza ante todo la principal documentación primigenia desvelada en el libro Felipe II y el éxito de San Quintín. Una obra rigurosa que conjuga la facilidad para leerla, donde las cartas y la documentación son el dialogo real que mantuvieron los participantes principales de aquella guerra, desvelándonos el componente más humano de éstos al ver sus equivocaciones y aciertos, incluidos los del rey. La trascendencia de estos descubrimientos ha sido presentada a través del libro en una conferencia en el Monasterio de San Lorenzo de el Escorial, la casa de Felipe II y donde a él le hubiera gustado sin duda que hubiera sido. Próximamente van a ser presentados en los principales museos e instituciones académicas españolas. El día 12 de noviembre de 2015 fue expuesto en el Museo Arqueológico Nacional y el 18 de febrero se hará lo mismo en el Museo del Ejército en Toledo. Entre los reconocimientos obtenidos, está el mérito de ser obra seleccionada para el Premio de Investigación en Humanidades y Ciencias Sociales del Ejército 2015 y expuesta en el III Congreso de Jóvenes Investigadores de la Fundación de Historia Moderna del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.


José A, Rebullida.
http://jarebullida.blogspot.com.es/